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La felicidad en el trabajo tiene nombre de mascota

09 Febrero de 2024

Este artículo no está escrito por unos amantes de los perros y los gatos (bueno, un poco). ¡Lo dice la ciencia! Son numerosos los estudios que ya resaltan los beneficios de las mascotas en la oficina. Una investigación de Randolph Barker y la Virginia Commonwealth University, junto con el estudio “Taking Dogs into the Office” de la Universidad de Lincoln, confirman que las mascotas reducen el estrés y aumentan la satisfacción laboral. La American Pet Products Manufacturer´s Association también ha informado que las mascotas en el trabajo mejoran la felicidad, la creatividad y el trabajo en equipo, así como disminuyen el absentismo. Como si el simple acto de acariciar a tu mascota te convirtiera en el empleado del mes.

Reconozcámoslo: los límites entre el hogar y el trabajo se desdibujan cada vez más. En este nuevo mundo y en esta nueva manera de trabajar, una tendencia silenciosa, pero peluda, está ganando terreno en las oficinas modernas: la presencia de mascotas. Entre muchos otros beneficios, su presencia puede desdibujar las líneas rígidas de las jerarquías corporativas y fomentar un ambiente donde la comunicación fluya de manera más orgánica y menos forzada. Lejos de ser una simple moda pasajera, esta práctica está redefiniendo la cultura laboral, el bienestar de los empleados y, sorprendentemente, la productividad empresarial.

Exploremos cómo la inclusión de animales de compañía está redibujando el paisaje corporativo, así como ofreciendo un enfoque fresco y profundamente humano a la cultura empresarial. ¿Podrían ser el secreto mejor guardado para mantener la cordura en un mundo laboral cada vez más caótico?

Fomento de la conexión y disminución del estrés

Los animales poseen una habilidad innata para crear puentes entre las personas y, con ello, transformar los espacios de trabajo en lugares más cálidos y acogedores. En un entorno laboral a menudo cargado de presión y agotamiento, su presencia tiene el poder de suavizar las barreras sociales y profesionales, e invita a los empleados a interactuar de manera más auténtica y cordial, más allá del típico intercambio de correos electrónicos. En resumen, que un momento de ternura o juego con una mascota puede actuar como un oasis rejuvenecedor. Estos breves, pero valiosos, interludios no solo revitalizan las energías, sino que también clarifican la mente.

"Si mi perro no es bienvenido, yo tampoco"

En la carrera por captar a los cracks del mundo laboral, las empresas ya no se conforman con ofrecer solo un buen sueldo y los típicos beneficios. Ahora, el juego se centra en el “salario emocional”, esas ventajas que hacen que el día a día en la oficina sea algo más que cobrar y cumplir horarios. Para los millennials, y cada vez más para las nuevas generaciones, llevar a su mascota al trabajo es un mega plus. Y ojo, porque es como si tuvieran un radar para los lugares donde se permiten mascotas.

Adoptar un enfoque pet-friendly es aceptar que la vida fuera del trabajo importa, un guiño a que la vida laboral no está peleada con la personal, sino todo lo contrario, se complementan.

Respiros saludables y renovadores

Las mascotas en la oficina invitan a pausas más sanas y naturales. Actúan como un recordatorio constante de bienestar, pero en cuatro patas, y permiten desconectar un momento del ordenador para dar un breve paseo o simplemente tomarse unos minutos para acariciar a la mascota. Estos pequeños gestos no solo recargan la energía, sino que también refrescan la mente y preparan al trabajador para encarar el resto del día con una perspectiva renovada y más relajada. Es una forma sencilla, pero poderosa, de incorporar el bienestar en el ritmo diario de trabajo.

Naturalidad y espontaneidad

La presencia de mascotas en el entorno laboral es como una bocanada de aire fresco. Rompen la monotonía de la rutina diaria en la oficina y añaden un toque de espontaneidad y autenticidad, sobre todo cuando se acurrucan en una silla cercana mientras estás haciendo la reunión más importante del día. Porque las mascotas en la oficina no siguen un guion, lo que significa que las interacciones con ellas son genuinas y libres de formalidades (no descartamos que quiera comerte tu sándwich en cualquier momento). Esto crea un ambiente más relajado en el que los empleados se sienten más cómodos siendo ellos mismos.

Mascotas felices, empleados contentos

En un entorno de oficina pet-friendly, los empleados ya no tienen que preocuparse por la soledad de sus mascotas, por lo que la ansiedad de dejar al compañero peludo en casa durante largas horas desaparece. Esta tranquilidad se traduce en empleados más relajados y enfocados en su labor, sabiendo que sus mascotas están a su lado. Esta relación beneficiosa se traduce en un ambiente laboral más feliz y armonioso.

Un futuro más humano y peludo

Por supuesto, la integración de animales en el entorno laboral viene con su propio conjunto de desafíos. Cuestiones como alergias, la seguridad de los animales y las personas, y la necesidad de mantener un ambiente de trabajo productivo, requieren políticas claras y consideradas. Sin embargo, cuando se abordan de manera adecuada, estos desafíos pueden superarse y dejar espacio para un ambiente de trabajo enriquecido y más humano.

Algunas empresas que se han subido a este tren son Google, Uber, AirBNB, Amazon, Nestlé, Urban Decay, Disney World, Autodesk, Ben and Jerry´s, WeWork, Purina (creador del programa Pets at work) y Affinity PetCare. No es poca cosa.

La inclusión de animales de compañía en el lugar de trabajo es un reflejo de un cambio más amplio en la comprensión de lo que significa ser productivo y saludable en el mundo moderno. Lejos de ser una simple tendencia, podría ser una mirada a un futuro laboral más compasivo, donde la búsqueda del bienestar mental y emocional se coloca al frente y al centro de la cultura corporativa. En este futuro, las empresas que abracen esta visión no solo serán vistas como lugares deseables para trabajar, sino también como pioneras en la redefinición de las normas laborales para las próximas generaciones.

Y tú de qué eres, ¿de perros o de gatos?
¿A quién te llevarías a la oficina?

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