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Del sueño de Tesla a la realidad
de la telefonía moderna

04 Abril de 2024

A través de la televisión y la telefonía vamos a poder vernos y escucharnos los unos a los otros tan perfectamente como si fuera cara a cara, aunque exista una distancia de miles de kilómetros”

Nikola Tesla

Hace más de un siglo, Nikola Tesla predijo un futuro en el que podríamos comunicarnos visual y auditivamente con una claridad como si estuviéramos cara a cara, sin importar la distancia. Esta visión, que alguna vez pareció un sueño lejano, no solo se ha hecho realidad, sino que ha sido superada. Lo que Tesla imaginó como la cúspide de la comunicación es hoy solo el principio de un mundo aún más interconectado. Vamos a explorar cómo evolucionó la tecnología desde el primer teléfono hasta nuestra actualidad hiperconectada, que ha transformado nuestra manera de comunicarnos y comprender el mundo.

"Sr. Watson, venga aquí, quiero verle"

Antes del teléfono, el telégrafo y su monopolio por Western Union dominaban la comunicación en Estados Unidos. El cambio llegó gracias a Gardiner Greene Hubbard, futuro suegro de Alexander Graham Bell, quien financió al joven inventor para desarrollar un sistema que permitiera transmitir varios telegramas por el mismo cable variando las frecuencias. Durante este proyecto, Bell descubrió, un poco por accidente, cómo transmitir sonido a través de cables eléctricos, lo que llevó al primer dispositivo patentado en 1876 que, curiosamente, no era realmente un teléfono. Bell y su asistente Thomas Watson lograron la primera transmisión de voz entre dos dispositivos vinculados, un momento histórico marcado por las palabras: “Sr. Watson, venga aquí, quiero verlo”.

Casi simultáneamente, Bell y otro inventor, Elisha Gray, se apresuraron a patentar invenciones similares para el teléfono. Bell ganó la carrera por unas horas, lo que le otorgó la patente y el reconocimiento oficial, a pesar de la disputa legal con Gray.

Otro personaje clave en esta historia es Antonio Meucci, quien se cree que desarrolló un aparato de comunicación vocal antes de Bell, pero que no logró patentar debido a dificultades económicas. En 2002, el Congreso de Estados Unidos reconoció a Meucci por su contribución al invento del teléfono, aunque esto no cambió la patente ni la posición legal de Bell como el primer inventor.

En ningún momento de la historia nos escapamos de las luchas de ego.

Meucci y su diagrama del teletrófono Fuente: La Vanguardia

La primera red de telefonía

Para 1877, solo un año después de que Bell patentara el teléfono, se completó la primera línea telefónica regular de Boston a Somerville (Massachusetts). Solo 3 años después ya había casi 50.000 teléfonos solo en Estados Unidos. AT&T se convirtió en la empresa que controlaría todo el servicio telefónico de larga distancia hasta la década de 1980, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó a la empresa desmembrarse en proveedores regionales y locales (los llamados “Baby Bells”), en una demanda antimonopolio histórica.

Centrales telefónicas, teléfonos públicos y directorios telefónicos

Los primeros teléfonos podrían considerarse unos walkie-talkies muy avanzados: si se quería hablar con alguien, ambas personas necesitaban tener su propio teléfono y un cable que literalmente conectaba un aparato con el otro. Si se quería llamar a una persona diferente, se necesitaría otro conjunto de teléfono y cable directo a esa casa. No era muy práctico, la verdad.

Posteriormente, alguien tuvo la brillante idea de las “centrales telefónicas”. En lugar de tener un enredo de cables yéndose directamente de casa en casa, se construyó una especie de “estación” intermedia. Si querías llamar a un amigo, una persona en esta estación, la persona operadora, tomaba la llamada y físicamente desconectaba el cable de la persona con la que se estaba hablando antes y lo conectaba al cable del nuevo amigo.

La evolución no terminó aquí. Alguien llamado Almon B. Strowger, que se dedicaba a organizar funerales y que estaba un poco cansado de las pompas fúnebres, inventó en 1889 una máquina que hacía el trabajo del operador, pero sin necesidad de que una persona moviera los cables de un lado a otro. Esta máquina usaba algo llamado “relés” y “deslizadores” para cambiar de manera automática la llamada de una persona a otra. Era tan práctico, y funcionaba tan bien, que este sistema se usó durante más de 100 años, hasta que llegaron los interruptores digitales, que hacían básicamente lo mismo, pero en el mundo de los 0 y los 1, sin necesidad de mover físicamente los cables.

Los primeros teléfonos públicos no eran como los pensamos hoy: en lugar de pagar primero, primero hacías tu llamada y después pagabas según cuánto tiempo hablabas. Por supuesto, incluso los teléfonos públicos han pasado a la historia y se han convertido en piezas de museo desde la llegada de los teléfonos inteligentes. En España, desaparecieron definitivamente en 2023.

El primer directorio telefónico, publicado en New Haven (Connecticut) en 1878, era básicamente una hoja de papel con 50 nombres, ni un solo número telefónico. Si querías llamar a alguien de esa lista, tenías que pedirle a un operador en la central telefónica que conectara manualmente tu llamada. La tecnología avanzó, y eventualmente, las personas pudieron empezar a marcar directamente a sus conocidos sin ayuda. Por otro lado, el origen de las conocidas Páginas Amarillas es curioso. Aparecieron por primera vez en 1886, y la historia cuenta que una imprenta en Cheyenne, Wyoming, tuvo que usar papel amarillo porque se quedaron sin papel blanco. Así se mantuvo esta tradición, incluso hasta que la versión impresa de las Páginas Amarillas en España desapareció en 2021.

Teléfono de disco

En las películas antiguas, se ve a menudo a alguien levantando el receptor del teléfono y pulsando rápidamente un botón o golpeando el auricular en ciertos patrones (similar al código Morse). Este método, conocido como marcación por pulsos, fue el primer método para marcar directamente de un teléfono a otro, lo que permitía que las centrales automatizadas conectaran la llamada.

En 1896, un asociado de Almon Stowger, el de las pompas fúnebres, inventó el disco giratorio, un avance significativo que simplificaba la marcación por pulsos. Al girar un disco al número deseado y soltarlo, el teléfono enviaba de manera automática los pulsos necesarios para marcar ese número a través de las centrales telefónicas. Este sistema transformó la manera de realizar llamadas e hizo el proceso mucho más fácil y eficiente.

Teléfono inalámbrico

La tecnología telefónica tuvo un comienzo lento en la primera mitad del siglo XX, mientras que con la radio y la televisión sucedían cosas emocionantes. Pero en la década de 1960, las cosas comenzaron a cambiar con la llegada de los primeros teléfonos que no necesitaban girar un disco para marcar: los teléfonos Touch-Tone de AT&T, que usaban botones para marcar números. Aunque sonaba genial, la gente tardó un poco en dejar de lado los viejos teléfonos de disco.

Luego, los teléfonos comenzaron a liberarse de los cables. Primero, en 1986, llegaron los teléfonos inalámbricos, que podías llevar contigo por toda la casa sin desenchufarte. Y no mucho después, en la década de 1990, se mejoraron para que nadie pudiera escuchar tus conversaciones. La época gloriosa para los amantes en secreto.

Touch-Tone de AT&T
Motorola DynaTAC 8000X

Aunque los primeros teléfonos móviles aparecieron en 1946 y eran enormes y pesados (¡imagínate llevar una pequeña maleta solo para llamar!), no fue hasta la década de 1980 que se volvieron algo común. El Motorola DynaTAC 8000X, lanzado en 1973, fue el primer intento real de un teléfono celular como los conocemos hoy, aunque era grande y pesado, y solo podías hablar durante media hora antes de quedarte sin batería (la batería nunca ha dejado de ser un problema).

Los teléfonos inteligentes conquistan el mundo

Los smartphones se han vuelto esenciales para casi todo el mundo, hasta el punto de que cuesta recordar cómo era la vida sin ellos. Para los más jóvenes, el viejo teléfono de casa es casi un objeto de museo y no saben ni cómo utilizarlo (haced la prueba). La evolución de estos dispositivos ha sido marcada por algunos modelos icónicos que allanaron el camino hacia los teléfonos inteligentes modernos:

  • Nokia 1011 (1992): fue el pionero de los celulares con pantalla que mostraba imágenes, capaz de hacer llamadas, enviar mensajes de texto y hasta jugar juegos sencillos. ¿Quién no se acuerda de la serpiente?
  • IBM Simon (1994): primer híbrido entre celular y asistente digital personal (PDA), que introducía funciones como tomar notas, enviar faxes y correos electrónicos, todo en un solo dispositivo.
  • BlackBerry (1999): avanzó la idea del IBM Simon con un teclado completo, orientado especialmente al envío de correos electrónicos y considerado indispensable para los profesionales de la época.
  • Apple iPhone (2007): revolucionó el mercado al ser el primer teléfono con pantalla táctil que realmente funcionaba, combinando la telefonía con el poder de un computador portátil y abriendo un universo de aplicaciones.
  • HTC Dream/T-Mobile G1 (2008): marcó la llegada de Android, el sistema operativo de Google, ofreciendo una alternativa de código abierto al iOS de Apple y comenzando la competencia por desarrollar tecnología móvil más avanzada. La lucha continúa hasta hoy.

Voz sobre IP (VOIP) y llamadas por internet

La tecnología VOIP cambió las reglas del juego en cómo hacemos llamadas, pues nos permite usar internet en lugar de las viejas líneas telefónicas. Gracias a esto, ahora podemos llamar a alguien desde apps como WhatsApp o Google Voice, sin importar dónde estemos, siempre que tengamos internet.

Para los negocios, especialmente los pequeños, esto es una maravilla. Antes necesitabas un montón de equipo y un equipo de IT para tener un sistema telefónico decente. Ahora puedes tenerlo todo en tu ordenadir o smartphone, desde varias líneas hasta un contestador automático que organiza tus llamadas.

Desde aquel primer “¡Sr. Watson, venga aquí, quiero verle!”, el teléfono nos ha llevado lejos, rompiendo barreras de distancia y tiempo. Hoy en día, con nuestros smartphones y VOIP, la comunicación es más fácil y poderosa que nunca, transformando no solo cómo hablamos entre nosotros, sino cómo hacemos negocios.

¿Se quedó corto Tesla?

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