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Tetris,
de los pasillos del Kremlin
a la Game Boy

21 Julio 2023

En la década de 1980, en la helada tierra de Rusia emergió un juego, de aparente simplicidad, que se convertiría en un fenómeno mundial: el Tetris. Cuando aún no existían los TikToks, los bloques coloridos y la frenética lucha contra el tiempo no solo engancharon a millones de jugadores, sino que también se convirtieron en el núcleo de una intrincada y enrevesada trama que excedió los límites de cualquier videojuego.

Detrás de la apacible pantalla del Tetris, se desplegó un campo de batalla de intereses corporativos y estatales, una historia de intereses y poder que nos lleva desde los fríos pasillos del Kremlin hasta los salones de exposiciones en Las Vegas, pasando por la tensa relación entre Oriente y Occidente. Por encima de todo, no obstante, el Tetris define la historia de dos hombres, Henk Rogers y Alexey Pajitnov, cuyo inquebrantable espíritu y amistad los guiaron en una lucha contra titanes corporativos y la ominosa mirada de la KGB.

Como ocurre en tantas historias de genialidad, todo comenzó desde el aburrimiento. Veamos cómo.

El cerebro ruso

Corría el año 1984. En la fría tundra de la Unión Soviética, un ingeniero de software llamado Alexey Pajitnov, creó un simple juego mientras intentaba demostrar las capacidades de su nuevo sistema operativo. El trabajo de Pajitnov, en la Academia de Ciencias de la Unión Soviética en Moscú, era crear software para probar la nueva computadora Electronika 60. Pero, como todo buen programador, encontró tiempo para procrastinar y crear. Lo hizo recordando un pasatiempo infantil con pentominós (rompecabezas en 2D). Y hoy el mundo se lo agradece.

Los bloques del pentominós eran bloques de diferentes formas, compuestos cada uno por cinco cuadrados que debían encajarse dentro de una caja. Pajitnov creó una versión digital simplificada con bloques de cuatro cuadrados. El desafío se incrementó al hacer que los bloques cayeran individualmente. Nació así Tetris, nombre que mezcla “tetra” (cuatro) y “tenis”, el deporte preferido de Pajitnov. El juego, sencillo pero adictivo, requiere encajar los bloques de manera correcta.

En un primer momento, Pajitnov creó el juego solo para divertirse con sus colegas. La versión original era tan rudimentaria que utilizaba caracteres del teclado en lugar de bloques reales. Un colega de la Academia creó una versión para IBM, que no solo utilizó gráficos reales, sino que también hizo el juego accesible para una audiencia internacional. Pronto, fue copiado y jugado en toda la Academia y más allá. El juego se extendió por todo el país y se convirtió en una obsesión.

Alexey Pajitnov, creador de Tetris

Un viaje a occidente y un engaño

En 1986, el juego llegó a las manos de Robert Stein, un empresario británico especializado en comprar software ruso para venderlo en Occidente. En un viaje a Hungría, descubrió el juego y vio su potencial comercial. El problema era que no había forma de comunicarse con su creador en la Rusia soviética… excepto a través de mensajes impresos enviados por máquinas de télex, un método para enviar mensajes escritos entre empresas durante el período posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Y así lo hizo. Stein envió a Pajitnov un mensaje pidiendo comprar los derechos de licencia de Tetris. Pajitnov respondió diciendo que, en principio, estaba interesado. Stein interpretó este “tal vez” como un “sí” firme. Y la lio parda.

Sin perder tiempo, Stein robó el concepto. Literalmente. Sublicenció Tetris a la firma británica de publicación de softwareMirrorsoft y a su hermana estadounidense, Spectrum HoloByte. Las dos compañías se prepararon para lanzar el juego en sus respectivos territorios en 1988. Tetris se comercializó en Europa y en Estados Unidos en 1987 con la mención «fabricado en Estados Unidos, creado en el extranjero». Sin vergüenza alguna.

Cuando ELORG, la organización soviética encargada de exportar software, supo de la venta de Tetris en Occidente sin su permiso, citó a Stein en Moscú. Fue más un interrogatorio de la KGB que una reunión de negocios. Stein se defendió alegando ignorancia de la existencia de ELORG y sus permisos. No obstante, logró obtener oficialmente los derechos de licencia que creía poseer, salvaguardando a Mirrorsoft y Spectrum HoloByte. Tetris arrasó entre los propietarios de PC, pero el mercado de consolas de videojuegos prometía mayores beneficios.

Robert Stein (www.bbc.com)

Rogers, amigo programador

En un momento muy determinado de toda esta historia, entra en escena Henk Rogers, un editor de juegos nacido en los Países Bajos y criado en los Estados Unidos, que en aquel momento vivía en Japón con su familia. En 1988 descubrió el Tetris en la feria de electrónica de consumo de Las Vegas donde Spectrum HoloByte lo mostró. Rogers también cayó rendido a los placeres del Tetris ¿Fue amor a primera vista?

Imágenes de Tetris, película de Apple TV+, del momento que Henk Rogers descubre el juego en la feria de Las Vegas.

Su trabajo en aquel entonces era encontrar juegos para comercializarlos en Japón, y decidió que el Tetris sería una buena opción. Pero tenía muchos rivales, incluidos Stein y funcionarios rusos y oficiales del KGB en auge. Además, los derechos de consola para Japón (y América del Norte) ya habían sido vendidos (legalmente o no) por Mirrorsoft a Atari Games. Al menos de manera extraoficial…

Rogers fue rechazado cuando llamó a Atari Games para preguntar sobre los derechos. Sin rendirse, voló directamente a la sede de la gran empresa y esperó en el aparcamiento hasta que pudo abordar al presidente de la compañía. Durante una cena de sushi, como no, el presidente accedió a vender a Rogers los derechos de la consola japonesa, de modo que el amante del Tetris pudo llevar el juego a las computadoras domésticas y las consolas Nintendo de Japón.

Pero tenía un siguiente desafío: obtener los derechos portátiles para la conocida Game Boy. Y este desafío chocaba con su rival directo: Stein.

Rogers apostó todo, empeñando propiedades y viajando sin invitación a Moscú para convencer a ELORG de ceder los derechos de Tetris. Desafió las normas llegando a una reunión con el severo Belikov, líder de ELORG, usando una visa de turista. A pesar de la sorpresa inicial, se convocó a una reunión con una decena de participantes, incluidos agentes de la KGB, empresarios, abogados y Pajitnov. Durante 2 horas, Rogers fue interrogado intensamente.

Momento en el que Belikov, líder de ELORG, se reúne con Rogers en la película de Tetris

La reunión no comenzó bien. Belikov se enfureció al enterarse de que existía una versión portátil de Tetris, la de Stein. Belikov se dio cuenta de que Stein era un perla, pues, hasta entonces, en realidad solo se le habían otorgado los derechos para la versión de computadora doméstica. Tal fue el enfado que Rogers logró irse de la reunión con lo que se había propuesto. Además, golpe de suerte o no, Pajitnov estuvo presente en la reunión y rápidamente se encariñó con Rodgers. Se hicieron amigos.

En paralelo, Belikov entendió que podía maximizar las ganancias del juego vendiendo diferentes derechos a diversas compañías. Por increíble coincidencia, Stein estaba por Moscú esos días, y Belikov se marcó una jugada para maximizar beneficios. Tras vender a Rogers los derechos portátiles, presentó a Stein un nuevo contrato que contenía una sutil cláusula adicional especificando que los derechos de Stein solo eran para computadoras. También agregó cláusulas adicionales solo como distracción. Funcionó. Stein firmó, bloqueándose a sí mismo y a sus sublicenciatarios sin darse cuenta de la posibilidad de vender Tetris en consolas. “Belikov era un hijo de p***”, llegó a decir Stein tiempo después. El padre de Stein, hombre de poder, incluso contactó a ministros de alto rango dentro del Kremlin, quienes, a su vez, presionaron a Belikov poniendo en riesgo su bienestar y cargo. Hizo un “todo por mi hijo” en toda regla.

A pesar de todo, Atari Games lanzó su versión de Tetris para Game Boy en 1989, lo que llevó a Nintendo a enviarles una carta de cese. La empresa desafió esto en los juzgados, pero el juez falló a favor de Nintendo, obligando a Atari Games a destruir su inventario de Tetris. Las copias vendidas previamente se convirtieron en preciados objetos de colección.

Si no pudiste leer el artículo sobre l a historia de Nintendo, y como pasó de ser una empresa de producción de cartas japonesas a cambiar la industria de los videojuegos, pincha aquí.

Un encaje de Tetris perfecto

Tetris fue fundamental para el éxito masivo de Game Boy a nivel mundial. Y viceversa. Pese a que varias empresas se lucraron de su invento, Pajitnov estuvo mucho tiempo sin obtener regalías, ya que ELORG poseía los derechos. Esto cambió en la década de 1990, cuando la licencia de ELORG caducó y los derechos del juego retornaron a Pajitnov.

Junto a su amigo Henk Rogers, formaron la Tetris Company en 1996 para gestionar los derechos globales del juego. Tetris sigue en auge en plataformas en línea y móviles, y finalmente Pajitnov comenzó a cosechar las recompensas de su genial creación.

La amistad de Henk Rogers y Alexey Pajitnov perdura en el tiempo.

El fenómeno del Tetris ha sido tan grande que incluso se acuñó un término, “efecto Tetris”, para describir cómo los jugadores seguían viendo los bloques caer incluso después de apagar el juego. Incluso en sueños. Ha cautivado a más de mil millones de jugadores, ha sido la base de más de treinta investigaciones científicas y ha logrado una impresionante cifra de ventas globales de 520 millones de copias.

Posiblemente, la historia concluyó de manera positiva gracias a la rápida amistad que se forjó entre Rogers y Pajitnov, unidos por su amor por la programación y el juego en sí. Aunque el dinero y el negocio importaban, nunca eclipsaron la esencia de su conexión: Tetris. Su lenguaje común siempre fue el juego. La trayectoria de Tetris, desde su concepción hasta su éxito mundial, reflejó la época llena de misterio, intrigas y sorpresas en la que fue creado. Un tiempo en que la amistad se impuso. Y eso siempre es hermoso.

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